Sheinbaum desenmascara el legado neoliberal de Zedillo: “No fue transición democrática, fue un pacto con Estados Unidos”

Ciudad de México. — En una intervención cargada de memoria histórica y crítica política, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo desmontó el relato del expresidente Ernesto Zedillo Ponce de León, a quien acusó de haber encabezado un sexenio “profundamente antidemocrático” y de haber diseñado la arquitectura del neoliberalismo que devastó a México durante más de tres décadas.
Durante la “Mañanera del Pueblo”, Sheinbaum afirmó que Zedillo llegó al poder bajo el disfraz de una apertura democrática, pero consolidó un sistema político subordinado a los intereses financieros. “Llegó al poder y desapareció la Corte anterior para poner la suya; él decidió uno a uno quién iba a ser ministro”, recordó, al contrastar esa maniobra con la propuesta de su gobierno para la elección popular de jueces y magistrados como parte de la Reforma Judicial de la Cuarta Transformación.
La mandataria aseguró que el discurso de Zedillo sobre la “transición democrática” del PRI al PAN es una simulación pactada con intereses extranjeros. “Eso lo pactó con Estados Unidos, según lo ha dicho Francisco Labastida. No fue alternancia, fue un cambio de fachada para mantener intacto el modelo económico que empobreció a millones de mexicanos”, sostuvo.
Sheinbaum delineó el sexenio zedillista (1994–2000) como un periodo de crisis y sometimiento económico: la devaluación del peso y el “error de diciembre” que provocaron el rescate bancario con Fobaproa, la privatización de los ferrocarriles y una represión sistemática de voces críticas. “Zedillo convirtió las deudas privadas en deuda pública; millones pagaron durante años los errores de unos cuantos”, denunció.
Con tono firme, la presidenta cuestionó la noción de “libertad” defendida por la derecha. “¿De qué libertad hablan? De la libertad del mercado, mientras millones se morían de hambre con salarios de miseria. Esa no es libertad, es desigualdad disfrazada de democracia”, expresó.
La mandataria recordó que, bajo los gobiernos neoliberales, México vivió un deterioro profundo del tejido social y de los derechos laborales. “Treinta y seis años de neoliberalismo no trajeron democracia, sino corrupción, desigualdad y entrega de la soberanía nacional”, apuntó.
En contraste, Sheinbaum subrayó que la Cuarta Transformación está cimentando una nueva concepción de libertad y justicia social. “La verdadera libertad es que el pueblo elija, no que unos cuantos banqueros decidan el destino del país. Hoy el gobierno del pueblo garantiza educación, salud y salarios dignos para todos”, afirmó.
La presidenta concluyó su mensaje con una advertencia a quienes siguen defendiendo el viejo modelo económico: “Quien no tiene respaldo popular busca otras formas de reconocimiento. Zedillo y sus aliados pueden seguir hablando de su ‘falsa democracia’, pero el pueblo ya decidió: México no volverá al pasado”.
