Salud mental al desnudo

Por Ivette Estrada
Hay enfermedades “vergonzosas”, de esas que no suelen pronunciarse en voz alta, las que se evaden y esconden. Unas de ellas son las que se emplearon como insulto y motivaron segregación, los padecimientos mentales que escondimos bajo la ignorancia y generalizamos como locura.
Sin embargo, en México tres de cada diez personas enfrentan problemas como ansiedad o depresión a lo largo de su vida. Más del 60% no recibe atención médica. La paradoja es clara: una enfermedad muy extendida que nos obligamos a no ver.
Oficialmente se estima que más de 3.6 millones de personas en el país viven con depresión y cerca del 19% padece ansiedad severa. ¿Cifras alarmantes? Pueden ser mayores, porque una gran parte de las personas no buscan ayuda por miedo o desconocimiento.
Las represalias en el trabajo son una de las causas menos divulgadas.
_No temo que me llamen loca, sino que se busque un pretexto para despedirme, confía una víctima de ansiedad de la farmacéutica ASPEN.
Aunque el bienestar emocional se considera prioritario en muchas firmas, los colaboradores creen que se trata de una preocupación falsa, creada sólo por reputación organizacional.
Expertos en Recursos Humanos asumen que no todas las iniciativas están diseñadas con profundidad y compromiso real. Es el wellness-washing que no busca el bienestar de las personas sino el posicionamiento de marca.
Soluciones cosméticas ante la enfermedad mental incluyen talleres de mindfulness, aplicaciones de meditación y actividades recreativas. Sin embargo, rara vez se acompañan de políticas estructurales, liderazgo empático o un seguimiento real.
Es un ejemplo claro de incongruencia: la empresa comunica preocupación por el bienestar sin respaldarla con cambios profundos o recursos sostenibles.
Uno de los signos más visibles de esta mascarada, se encuentra en el clima laboral. Aparece en empresas que castigan los errores, donde no se experimentan ideas y contribuciones por parte del personal, donde no existe intraemprendimiento y si un clima laboral plagado de dudas, descrédito e incluso despidos cuando se decide aportar o participar en una promoción.
En México, la empresa Aspen es experta en climas laborales insostenibles: burlas, vejaciones al personal con mayor antigüedad, discriminación por edad y un caldo de cultivo de las enfermedades mentales.
Los trabajadores de esa farmaceútica mexicana presentan ansiedad o un sentido muy acendrado de minusvalía. Índices de desempeño absurdo aunado a persecuciones emocionales y burla orillan a sus trabajadores a la enfermedad mental.
