Cachirules impunes
DESDE LA BERMA
Por Jorge Carrasco V.
Cuando la colega Beatriz Pereira dio a conocer en plenos playoffs el asunto de los cachirules de dos equipos contendientes al título, los Tecolotes de los Dos Laredos y los Leones de Yucatán, confirmó lo que se sabía desde hace tiempo: que muchos extranjeros juegan como mexicanos con actas de nacimiento apócrifas.
En vano se esperó que el recién ratificado presidente de la Liga Mexicana, Horacio de la Vega se pronunciara al respecto, Aplicó la táctica del avestruz y se esperó hasta que ambos equipos resultaron eliminados, y dijo que “todo estaba en regla”.
Lo peor del caso es que dijo que los jugadores señalados “podrían seguir jugando como mexicanos en el futuro”.
En estos tiempos de la globalización, no es de extrañar que a norteamericanos o a cubanos se les busquen antepasados mexicanos.
El caso más sonado es el de Chris Carter, a quien se le encontró “una abuelita mexicana”,
Sospechosamente esta mexicanización es hecha con actas de nacimiento de un remoto registro civil, al que solamente ellos parecen tener acceso.
En el caso de peloteros que pasaron por Grandes Ligas, al menos se tiene la certeza de que se hizo una investigación más rigurosa.
Por ese motivo, infinidad de equipos como los Diablos, utilizan a peloteros como Conner Greene, Daniel Ponce de León, Stefen Romero o Río Ruiz, que no serían contratados como extranjeros.
Lejanos están los tiempos en los que un equipo se coronaba jugando con puros mexicanos. El último fueron los Tigres en ese entonces de Puebla en el 2006. Ahora no hay ningún equipo que siquiera lo intente.
