LA TRAGEDIA DE LA ESTUPIDEZ

Por: Vladimir Galeana Solórzano

Sin lugar a dudas lo que ocurrió en Acapulco tiene un nombre: DESASTRE. Y lo peor de todo es que ese desastre pudo evitarse desde el momento en que el Servicio Meteorológico de Estados Unidos aviso al Gobierno encabezado por Andres Manuel Lopez Obrador, y simplemente o no le importo, o en otro de sus consabidos desplantes decidió quedarse callado y esperar a que ocurrieran las cosas.

Lo peor de todo es que se quedo callado, y esa ha sido una de sus decisiones más graves al frente del país. Andrés Manuel Lopez Obrador dejo a merced de el desastre natural a esos más de ochocientos cincuenta mil hombres y mujeres que viven en el otrora lugar más visitado del mundo, y su silencio se adecua a un delito de omisión, es decir, que ni siquiera alertó a los pobladores, y los dejó a merced del espantoso meteoro que destruyó a la mayor parte de Acapulco.

Andres Manuel López Obrador, por razón de su encargo, cuenta con fuero, pero puede ser incriminado en el mismo momento en que entregue la banda Presidencial a quien hayan elegido la mayor parte de los mexicanos, que prestos acudiremos a las urnas durante la Jornada de la Elección Presidencial que se realizará en menos de un año, donde lo previsible es que el Movimiento de Regeneración Nacional pueda perder la elección.

La tragedia pudo evitarse si el Señor Presidente hubiera lanzado la voz de alerta desde el momento en que fue alertado de lo que ocurriría dieciocho horas después por los servicios meteorológicos norteamericanos. Tiene a su disposición a todo el aparato del Estado Mexicano, y ni siquiera se digno en alertar a los propios altos funcionarios que integran su gabinete.

Y esa circunstancia habla de que, o tuvo un grave olvido, o su irresponsabilidad es la causante de la muerte de más de trescientos cincuenta mexicanos y mexicanas que durante la entrada el meteoro, y sus desastrosas consecuencias, perdieron la vida, y esto quiere decir que el Señor Presidente de la República tendrá que ser enjuiciado por un delito grave de omisión por las muertes causadas por su silencio.

Y para Colmo de Males, ahora le dio y le concedió todo el poder a Felix Salgado Macedonio, cuya hija, Evelyn, que es la Gobernadora que dedica mayor tiempo al mantenimiento de su belleza que a la atención de los problemas de los guerrerenses de las siete regiones del estado. Pobre Guerrero con una Gobernadora que no entiende la o por lo redondo, y el gran negocio que ahora le puso el Presidente de la República a su Padre, Felix Salgado Macedonio. Al tiempo