Disney Demandado por “Revivir” a un Actor usando IA!
La Chispa ha investigado un caso que ha sacudido la industria del entretenimiento. No es ningún secreto que Disney es una de las empresas más grandes del mundo y, como tal, cuenta con un formidable equipo de abogados. Sin embargo, parece que las cosas han dado un giro inesperado. Ahora, un grupo de personas ha demandado a Disney por “revivir” a un actor utilizando inteligencia artificial (IA).
Demandas Legales y Tecnología Avanzada
La tecnología ha avanzado hasta el punto de permitir la creación de imágenes digitales increíblemente realistas, incluso después de la muerte de un actor. Esta es precisamente la tecnología que Disney utilizó al decidir “revivir” al fallecido actor de Star Wars, Peter Cushing. Sin embargo, esta decisión ha desencadenado una serie de problemas legales para la compañía.
Demandas por “Revivir” a un Actor
La Controversia con Peter Cushing
La demanda contra Disney está encabezada por el productor Kevin Francis, quien ha llevado a la compañía, específicamente a “Lucasfilm“ (los creadores de Star Wars), a los tribunales. El conflicto surgió cuando Disney creó una imagen digital de Peter Cushing, quien le dio vida al icónico personaje “Grand Moff Tarkin”. Aunque Cushing había fallecido, Disney no quería perder la oportunidad de utilizar este famoso personaje en la saga de Star Wars.
El actor había dejado claro en su contrato que, en caso de fallecimiento, su imagen no podía ser recreada por computadora. Disney argumentó que, dado el contrato, la IA estaba exenta y no requería autorización adicional. Sin embargo, la corte ha decidido en contra de Disney, alegando que la compañía infringió el contrato del actor.
La Batalla Legal de Kevin Francis
La demanda comenzó en 2016, cuando se estrenó la película “Star Wars: Rogue One”, que usó la imagen digital de Cushing. A mediados de 2024, Kevin Francis ha logrado una victoria significativa. Las autoridades han fallado a su favor y Disney deberá pagar 36,528.80 dólares al patrimonio del actor.
Kevin Francis ha señalado que, aunque esta cantidad es pequeña en comparación con el tamaño de Disney, su verdadera motivación era respetar los deseos de su amigo y asegurar que las empresas no pudieran actuar sin consecuencias. La batalla legal no solo ha sido un desafío financiero para Disney, sino también una lucha por la ética en el uso de tecnología avanzada en la industria del cine.
