El Papa León XIV pide solidaridad mundial con el Caribe tras el paso devastador del huracán Melissa

El Caribe enfrenta uno de los episodios más devastadores de su historia reciente. Cables eléctricos caídos, montones de escombros y vehículos sumergidos en agua fangosa ilustran la magnitud de la destrucción que el huracán Melissa dejó a su paso por Jamaica, Cuba y otras islas de la región. Con vientos de hasta 300 kilómetros por hora, el fenómeno natural ha cobrado al menos siete vidas y ha desplazado a miles de personas.
Durante la audiencia general de este miércoles 29 de octubre, el Papa León XIV elevó un mensaje de consuelo y solidaridad hacia las comunidades caribeñas, exhortando a la comunidad internacional a no permanecer indiferente ante la tragedia.
“Aseguro mi cercanía y mis oraciones por las víctimas, por los desplazados y por quienes viven con ansiedad y preocupación la evolución de la tormenta”, expresó el Pontífice desde la Plaza de San Pedro.
El Papa también reconoció el esfuerzo de las autoridades civiles y las comunidades cristianas, así como el trabajo de los voluntarios que, a pesar de las difíciles condiciones, han logrado ofrecer asistencia y esperanza en medio del desastre. “Que el espíritu de fraternidad prevalezca sobre el miedo y la desesperación”, añadió el líder de la Iglesia católica, quien subrayó que la solidaridad internacional es una forma concreta de caridad.
Jamaica, declarada zona de desastre
En Jamaica, el primer ministro Andrew Holness declaró la isla como zona de desastre nacional. Informó que los daños abarcan desde hospitales hasta viviendas y comercios, y que el país enfrenta una crisis eléctrica que ha dejado a más de medio millón de personas sin suministro.
“Los informes indican daños significativos en propiedades residenciales, hospitales y locales comerciales. Nuestra prioridad es proteger vidas y restablecer los servicios esenciales”, señaló Holness en un mensaje transmitido a nivel nacional.
De acuerdo con Desmond McKenzie, vicepresidente del Consejo de Gestión de Riesgos de Desastres de Jamaica, al menos cuatro hospitales resultaron dañados, uno de ellos sin electricidad, lo que obligó a evacuar a 75 pacientes. Las autoridades trabajan para garantizar el acceso a alimentos, agua y atención médica en las comunidades más afectadas.
Cuba y República Dominicana, también golpeadas
El huracán Melissa tocó tierra en Cuba, cerca de Chivirico, en la provincia de Santiago de Cuba, donde causó severos daños en infraestructura, viviendas y centros de salud. Las autoridades cubanas informaron del desplazamiento preventivo de miles de personas, ante el riesgo de desbordamiento de ríos y derrumbes.
En República Dominicana, la tormenta provocó inundaciones repentinas y la muerte de al menos una persona, mientras que otra permanece desaparecida. En Haití, el impacto se suma a la crisis humanitaria que ya aqueja al país, con tres víctimas confirmadas y decenas de comunidades incomunicadas.
Un llamado al diálogo y la esperanza
En su catequesis semanal, dedicada al diálogo interreligioso y al mensaje del documento conciliar Nostra Aetate, el Papa León XIV también abordó el deber moral de las religiones de promover la paz y la dignidad humana, rechazando toda forma de discriminación.
“La Iglesia no tolera el antisemitismo y lo combate por el Evangelio. En tiempos de sufrimiento y tragedia, debemos reafirmar el valor del respeto mutuo y la compasión universal”, afirmó.
Mientras los países del Caribe intentan recuperarse de los estragos de Melissa, las palabras del Pontífice resuenan como un llamado a la unidad internacional ante los desastres naturales agravados por el cambio climático, y a reforzar los lazos de humanidad en medio de la adversidad.
