Quienes consideran que la marcha del 27 de noviembre significó el fin de algo o de alguien, sólo fortalecen la leyenda, que, más allá del culto a la personalidad empieza a tomar forma dos años antes de la conclusión del mandato del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Entre las muchas mentiras que los regímenes anteriores destilaron fue decir que un grupo de conservadores, inclinados a la derecha y con intereses bastados podrían ser llamados intelectuales. Una muestra de la gran mentira es Héctor Aguilar Camín.