Aun concediéndole la fantasiosa contabilidad de los organizadores a la marcha en defensa del INE, de 200 mil asistentes, la sociedad masoquista que ocupó su tiempo de ocio en la marcha sigue siendo una minoría insignificante, son los mismos de siempre.
Al salir de la segunda guerra mundial, los mexicanos nos dedicamos a un modelo exportador diseñado para capitalistas y agricultores nylon, con todas las oportunidades del Estado y del salario empobrecedor para desarrollar las factorías y los peculios de un reducido número de mexicanos.